MOVIMIENTO OBRERO

jueves, 6 de mayo de 2010


Durante el sexenio de Alemán las causas de la inquietud obrera fueron la imposición de líderes sin apoyo entre los trabajadores y el grave deterioro del salario a causa de un agudo proceso inflacionario, de dos grandes devaluaciones y de aumentos salariales raquíticos.
El salario alcanzo los niveles mas bajos desde el cardenismo, de 1939 a 49 el salario agrícola disminuyo 46%, el de las ciudades 39%, el salario medio de 35 industrias en un 27% y el de los burócratas federales en un 35%. Las utilidades aumentaron de 26.2% del producto territorial a 41.5%.

Decidido a someter a la clase obrera al pleno control gubernamental y a imponerle una disciplina favorable al capital, a las dos semanas de haber tomado posesión de la presidencia, Alemán ordeno la intervención del ejército para obligar a los petroleros a levantar un paro laboral. Cercano el cambio de dirigentes en la CTM, Fidel Velázquez, desde entonces acusado de corrupción, lucho por imponer a Felipe Amilpa, miembro destacado de si grupo. Se le enfrentaron las fuerzas de los sindicatos de industria más fuertes con la candidatura de Luis Gómez Z.
Para lograr el apoyo de Lombardo Toledano, durante el IV Congreso Nacional Ordinario de la CTM, en marzo de 1947, Velázquez simulo aceptar que la CTM apoyaría los trabajos de construcción de un nuevo partido de izquierda. De esta manera, triunfo Amilpa y el grupo de Fidel Velázquez se consolido de la CTM.

Los disidentes abandonaron sus filas, formaron la Confederación Única de Trabajadores (CUT) y buscaron la alianza con los ferrocarrileros, petroleros y mineros, que estaban al margen de la CTM.

Una vez que triunfaron, Fidel Velázquez, Amilpa y su grupo, aliados al gobierno y al PRI, se negaron a apoyara las actividades de Lombardo Toledano para formar un nuevo partido de izquierda y, además, lo expulsaron de la CTM junto con sus seguidores. Al poco tiempo la CTM se incorporo a la Organización Regional Interamericana del Trabajo (ORIT), organismo de ideología antagonista que opera en América Latina bajo el control de los sindicatos norteamericanos.

Ya fuera de la central, Lombardo formo la Alianza de Obreros y Campesinos de México (AOM); en marzo de 1948, se alió a la CUT y a los grandes sindicatos de industria para oponerse a la política de miguel Alemán. Todo se encaminaba a constituir una nueva central sindical en la que participarían sindicatos industriales más fuertes y en la que tendrían mucho peso dirigentes comunistas como Valentín Campa.

El gobierno de Alemán actuó para impedir que esta central se formara. Tomando como pretexto una false denuncia del secretario general del Sindicato de Ferrocarrileros. Jesús Díaz de León “el charro”, fueron encarcelados Campa y Gómez Z. y el intervino para impedir que los ferrocarrileros depusieran a Díaz de León.
Las instalaciones sindicales fueron tomadas por la fuerza pública, en octubre de 1948. El gobernó había dado un paso importante para disminuir la influencia de la izquierda en los sindicatos. Después se procedió a combatir a los sindicalistas independientes dentro del sindicato de petroleros, ya con el antecedente de la intervención militar y gubernamental en la vida interna de los sindicatos.

El régimen de Alemán convirtió en una práctica con la intervención gubernamental en los sindicatos para deponer a los dirigentes utilizando grupos de choque y a la fuerza publica. El pueblo bautizo como charrismo, por Díaz de León, a esta práctica. Así se liquido a los sindicatos independientes y se consolido la dirección de Fidel Velázquez en el movimiento obrero.

Para desarticular las fuerzas democráticas y de izquierda en el sindicato de mineros y metalúrgicos, el gobierno apoyo a las compañías extranjeras durante la prolongada huelga de Nueva Rosita, Cloete y Palau, centros mineros de Coahuila, iniciada en octubre de 1950 y concluida con la derrota de los obreros en abril de 1951. El saldo del gobierno de alemán en el movimiento obrero fue el sometimiento de los sindicatos mediante la violencia y a represión, la perdida total de autonomía de los trabajadores, la entrega del sindicalismo al grupo corrupto de Fidel Velázquez y la destrucción de los principales núcleos de la oposición de izquierda en el medio sindical.

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